Entre lo bello y lo monstruoso: Freaks, La Monstrueuse Parade.

Esta película de Tod Browning (director de películas como Drácula) me llamó especialmente la atención, no sólo por el título del que hablaré más adelante, sino porque los personajes son personas con deformidades reales (no hay máscaras ni efectos especiales). Esto causó gran polémica entre el público, ya que lo veían extremadamente desagradable y pedían que retiraran la película, llegando incluso a prohibirse en Estados Unidos. Las anécdotas cuentan que había personas huyendo de los cines horrorizadas y que hasta hubo supuestos abortos espontáneos, convirtiendo la película en todo un escándalo maldito.

La historia consiste en un grupo de fenómenos de circo (artistas, trapecistas, payasos y animales) con distintas malformaciones y un código común: “si dañas a uno dañas a los demás”. El argumento comienza cuando uno de los enanos hereda una gran fortuna, lo que hace que la acróbata quiera casarse con él para después robarle. Entonces descubren que ella es la amante y cómplice del forzudo, cuyo plan era quedarse también con el dinero. El enano se siente burlado y todos decidirán vengarse.

Un medio hombre, una mujer sin brazos, gemelas siamesas, una mujer barbuda, un enano, un esqueleto humano y muchos más se unen en una historia de venganza, haciendo que la película se adapte perfectamente a un cuento de terror moral. El término Freaks se les designó porque significaba lo anormal, anómalo y extraño, y de ahí surgió la palabra Friqui, que actualmente ha ido adquiriendo un significado distinto. Friquis se refiere a las personas obsesionadas con un tema o afición en concreto, y Freaks se refería a las personas que se salían de la normalidad.

La historia, a pesar de su extrañeza, no deja en ningún momento de ser realista tanto dentro como fuera de cámaras. Estas personas deformes tuvieron que instalarse en apartamentos separados del resto de técnicos y demás miembros del rodaje que se negaban a convivir con ellos. Y estos, los freaks, parecen tener un comportamiento mucho más noble que el de la sociedad que les margina.

Si profundizamos en la película, la atmósfera del circo podría representar a la sociedad que rechaza al diferente, marcada por sus propias normas y leyes. Los freaks siguen siendo humanos a pesar de sus diferencias, y como humanos aman y odian. Que se venguen justificadamente al ver que traicionan a un miembro del grupo no les hace menos humanos, sino al contrario. La acróbata pasa de ser un ejemplo de belleza a atracción repulsiva, ya que al convertirse en una freak más comienza a sufrir el desprecio de los ‘normales’. Durante la película, Browning parece mostrarnos el enfrentamiento entre la maldad de la normalidad frente a la moral de la anormalidad.

  

Al principio el público no la acogió bien, y recibió críticas como esta:

“No hay excusa para esta película. Su producción ha requerido una mente débil, y su contemplación requiere un estómago fuerte. El motivo por el cual ha sido realizado es ganar dinero”. Sin embargo, con los años esta película pasó de maldita a obra de culto, por la razón de seguir manteniendo ese “halo de extraña poesía y de enfermizo magnetismo”, convirtiéndose en una de las mejores películas de miedo de la historia y transformando sus críticas:

"Valiente hasta la náusea. Todo un clásico monstruoso." (Cinemanía)

"El más furibundo alegato a favor de la diferencia de la historia del cine." (Diario El País)

Si después de leer esta entrada les entró curiosidad, os dejo aquí el enlace para ver la película online:

http://www.criticascine.com/freaks-la-parada-de-los-monstruos.html