Tonterías para poder sobrevivir.

Esa mirada que sientes como si te desnudase al instante. Esa invasión del espacio que intimida, incomoda, pero que a la vez te enloquece, y hasta pides por dentro que el momento no acabe. Decirle lo odioso e insoportable que es y terminar besándole sin remedio. Notar como una mano mucho más grande que la tuya te agarra, te da calor y transmite seguridad. Coger la moto, la bicicleta o el tren y salir de aquí, sin importar a donde ni por qué. Pararse en medio de la calle ignorando las miradas curiosas, agarrarle por la cintura y besarle hasta perder el equilibrio. Las películas tirados en la cama, haciendo cosquillas, acariciando, empujando, pellizcando, riendo. Acercarte con intención de besar y apartarte, dejando la miel en los labios y provocando las ganas. Los secretos, las confesiones. Mirar directamente a los ojos, con timidez pero a la vez con deseo, sonreír, quedarte en blanco, morderte los labios inconscientemente, o no. Quedarse cara a cara, con las narices rozando, pensando en todas las cosas que haríais en ese preciso momento. El morbo del sexo en lugares públicos, o no tan públicos. Hacer un intento por hablar, desconcentrarte de repente, y ser incapaz de seguir. Que te sonrían durante largos segundos y no sepas que decir. Que te manden un mensaje al móvil sin importar la hora ni el contexto, con el fin de alegrarte el principio o el final del día. Hacer planes sobre la marcha, que te sorprendan, que te dejen bloqueada con cara de imbécil. Hacer el amor como si fuera la primera vez, besando, mordiendo, abrazando, en respiración acelerada, silencio, oscuridad, trasluz, sin agujas en el reloj, en complicidad y olvidando las reglas. Los abrazos que te hacen sentir diminuta, y los que terminan en bailes lentos, sin ritmo ninguno pero en armonía. Enfadarnos, y al poco tiempo acabar riéndonos de lo imbéciles que podemos llegar a ser. Que te acorralen contra la pared, te besen el cuello y sientas como los nervios montan una fiesta en tu estómago. Sentirte deseada, sentir curiosidad, y más curiosidad. Pasar tu mano por su espalda y dejarle en las nubes.

Pensar que mientras haces algunas de estas cosas te quedarías así de por vida..